Creación de la Imprenta
El 13 de febrero de 1925 se iniciaba la instalación de los talleres de la imprenta en unos locales del exconvento de la Merced, por esas fecha sede de la Casa-Socorro Hospicio, cercanos a la iglesia de la Merced. Un mes más tarde se procedía a la inauguración oficial, el 14 de marzo, al que asistieron las autoridades locales y provinciales.
La creación de la imprenta respondía al interés de la Diputación, a través de su presidente el general Miguel Fresneda Menjíbar y del vicepresidente de la Comisión Provincial Francisco Santolalla Natera, el objetivo prioritario era formar a los niños acogidos en el Hospicio para que pudiesen tener un oficio al llegar a la edad en que tenían que salir del Hospicio. La prensa de la época, concretamente el Diario La Voz, en varios artículos del mes se marzo de 1925, hizo un elogioso eco de la iniciativa de la Diputación Provincial de “dotar un taller tan útil y provechoso a la casa Hospicio para enseñanza de sus jóvenes asilados”. En esta iniciativa podría verse una de las más inmediatas acciones derivadas de las nuevas ideas sobre la necesidad de una formación más técnica y la conveniencia de formación profesional a las clases trabajadoras, consecuencia del Estatuto Provincial de 1925
La puesta en marcha del taller de la imprenta corrió de mano de Antonio de Julián Navarro, que fue nombrado Regente de la Imprenta Provincial el 26 de junio de aquel mismo año, en 1955 al título de regente de la imprenta se le confió el cargo de administrador de la misma, falleció en 1967. Había comenzado enseñando las artes gráficas a un grupo de 6 niños acogidos del Hospicio, a lo largo de su dilatada tarea en la imprenta, de más de 42, años formaría a más de 300 alumnos acogidos en el Hospicio
A la Diputación Provincial le competía la edición del BOP, que a partir de la creación de la imprenta será impreso en la misma, aportando una ostensible mejora calidad a la impresión. En 1928 editaba la Memoria de la Casa de Maternidad, y en 1930 una memoria de todas las Casas de Beneficencia, en ese mismo año salía el primer Censo Electoral impreso en los talleres de la Casa Hospicio, labor que desempeñó hasta 1955 en que se imprime el último censo electoral. Otra publicación de larga duración fue la del Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Córdoba que se inicia en la imprenta provincial en 1939.
En lo sucesivo el material para la tarea administrativa de la Diputación, carpetilla de expedientes, sobres, fichas se imprimiría en la Imprenta ubicada en el Hospicio. A través de estas impresiones puede verse la evolución gráfica del diseño que fueron experimentando las artes gráficas
Reforma de la Imprenta
Durante la presidencia de Pascual Calderón Ostos continuaron las obras de reforma del edificio del que había sido Casas Socorro Hospicio para adaptarlo a Palacio provincial sede de la Diputación, durante las obras se reubicaron los talleres de la imprenta en el sótano del edificio, ampliando y modernizando las instalación y dando preferencia en la contratación de empleados a los alumnos de los Colegios Provinciales. En 1971 tras la renovación y Puesta al día del material técnico de la imprenta, se vuelve a imprimir la Revista Omeya en los talleres provinciales desde el número 23.
En septiembre de 1967, a la muerte del primer regente de la imprenta Antonio de Julián Navarro, se le encarga la parte administrativa de la imprenta a Mariano Amo, que estaba trabajando como Jefe del Negociado de Ingresos en Intervención, y al frente del taller a Antonio de Julián y Julián, Linotipista Preferente, que pasaría a Jefe de Taller en marzo de 1974. La imprenta provincial se hallaba ubicada en el sótano del Palacio de la Merced, y constaba de varias secciones: sección de cajas, sección de linotipias, taller de encuadernación, laboratorio fotográfico.
En estos años se continuó la impresión de publicaciones periódicas oficiales como el BOP, el Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Córdoba, y la de otro tipo de publicaciones. Entre 1933 y 1963 se imprimió la Memoria Anual del Colegio de Cultura Española, la Revista ‘Maestro Ávila’, de los Padres jesuitas, una Guía de córdoba (Anuario General); la Historia de Baena de Valverde Perales y las Obras completas de san Eulogio, edición bilingüe en latín y castellano por encargo de la Real Academia de Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba en 1959. El Servicio de Publicaciones de la Diputación editaba e imprimía en su imprenta el tomo I de las Obras de don José de La Torre y del Cerro[1]
Las revistas publicadas en la imprenta provincial fueron numerosas, a modo de ejemplo citamos Omeya Cordvba, del Museo Arqueológico Provincial, Axerquía Revista de Estudios Cordobeses,
A comienzos de los ochenta la imprenta fue trasladad a los edificios que habían sido Colegios Provinciales en el Parque Figueroa
Aportación a la historia de las artes gráficas
En la Imprenta Provincial no solo se imprimieron libros y revistas cuyo contenido es importante para la historia de Córdoba, tanto de la imprenta, como de sus investigaciones, etc. Si no que como toda imprenta en su devenir presenta la evolución de los estilos artísticos, del diseño, visible en la carpetillas, membretes etc. que fue imprimiendo para uso de la propia institución provincial. No menos interesante es la evolución de la maquinaria y de los medios técnicos de impresión. En el dossier fotográfico podemos observar la maquinaria utilizada en diversas épocas. Durante décadas para obtener una impresión en color se utilizaba el sistema de planchas de cobre, una para cada color primera siendo el resultado final la cuatricromía.